domingo, 21 de marzo de 2010

MALTA RADIO



Lo más que puede pedir un profesor es que un alumno lo recuerde y le apetezca compartir con él sus logros.

La otra tarde me llamó Manuel Menchón, tras mucho tiempo sin saber de él. Me avisaba de que el próximo 25 de marzo, jueves, a las 18:00 se proyecta en el auditorio de la Casa de la Cultura de Villalba su película documental "MALTA RADIO".
Es la historia real de aquel pesquero llamado “Francisco y Catalina” que, navegando hace nueve años por aguas de Malta, encontró una patera a la deriva, cargada de emigrantes de Eritrea.
Todos los medios de comunicación recogieron la noticia cuando las autoridades de Malta prohibieron que los desembarcaran, y se vieron obligados a pasar días y días compartiendo lo poco que tenían para subsistir.
La llamada de Manuel rescató de mi olvido ese suceso dramático, la tensión que se vivió por el destino que tendrían aquellos africanos, y por la responsabilidad de los pescadores con su gesto de salvarlos.

Habría admirado a cualquier director que hubiera elegido este episodio como tema de su película. Que ese director sea Manuel me llena de emoción y de agradecimiento por su sensibilidad, por su aportación para mejorar el mundo. Y, al ver los enlaces que me mandó sobre la repercusión que está teniendo la película, la carga emocional fue aún mayor por el tratamiento que él le ha dado, embarcándose con esos mismos pescadores y buscando a aquellos inmigrantes.
Para su cuidadísimo proyecto ha logrado colaboraciones desinteresadas, como las de los cantantes Coti y Yadam, por ejemplo, porque el dinero que se gane con la película va a donarse a alguna ONG que trabaja en Eritrea.
El documental está cosechando premios en los certámenes nacionales e internacionales en los que lo presenta.

De las entrevistas que le han hecho, destaco este párrafo: "He aprendido lo que es un héroe. Es una persona que se enfrenta a lo que más teme. Y lo que más teme cualquier persona es morir. Los auténticos héroes de esta historia son los inmigrantes. De esta historia y de todas."

Manuel me pedía que difundiera lo de la proyección gratuita de Villalba, en formato cine, que él va a presentar y en cuyo coloquio va a participar. Queda hecho. Os animo a todos los que podáis a que vayáis a verla el jueves, y a quienes vivís lejos, a que hagáis lo posible por no perdérosla.

SOBRE MALTA RADIO:
Web oficial de la película
Críticas de espectadores
Videos sobre la película
Reportaje
Encuentro virtual de internautas con el director, Manuel Menchón

viernes, 19 de marzo de 2010

AGOTA KRISTOF

Nos ha descubierto a esta escritora, como a tantos otros, Lupe Jover. No es profesora de nuestro instituto, pero colabora en nuestro proyecto como si lo fuera. Desde el curso pasado, bastantes de los textos de la semana son propuesta suya o de compañeros de su claustro, del IES Infanta Elena de Galapagar (Madrid). Lupe es también la autora de esta entrada.

Agota Kristof nació en Hungría en 1935. Con apenas veinte años, huyó de su país por motivos políticos y se instaló en Suiza. De esta manera, quien había sido lectora voraz se vio súbitamente convertida en analfabeta. Trabajó durante varios años en una fábrica de relojes. Escribió primero en húngaro, más tarde en francés. Su primera novela, El gran cuaderno, fue publicada en 1986 y ha sido traducida a más de treinta idiomas.

El Texto de la semana que hoy traemos está tomado de su breve relato autobiográfico titulado, significativamente, La analfabeta:

"Tengo cuatro años. La guerra acaba de empezar. Vivimos en un pueblecito que no tiene ni estación, ni electricidad, ni agua corriente, ni teléfono.(...)

Al principio, no había más que una sola lengua. Los objetos, las cosas, los sentimientos, los colores, los sueños, las cartas, los libros, los diarios, estaban en esa lengua.

Yo no podía imaginar que pudiera existir otra lengua, que un ser humano pudiera pronunciar una palabra que yo no comprendiera.(...)

Así es como, a la edad de veintiún años, cuando llego por casualidad a Suiza, una ciudad en la que se habla francés, me enfrento a una lengua totalmente desconocida para mí. Aquí empieza mi lucha para conquistar esa lengua, una lucha larga y encarnizada que durará toda mi vida.

Hablo francés desde hace más de treinta años, lo escribo desde hace veinte años, pero aún no lo conozco. Lo hablo con incorrecciones, y no puedo escribirlo sin ayudarme de diccionarios, que consulto con frecuencia.

Ésa es la razón por la cual digo que la lengua francesa, ella también, es una lengua enemiga. Pero hay otra razón, y es la más grave: esa lengua está matando a mi lengua materna.

Me dejé en Hungría mi diario de escritura secreta, y también mis primeros poemas. También dejé a mis hermanos, mis padres; sin avisarles, sin despedirme de ellos, sin decirles adiós.(...)

¿Cómo habría sido mi vida si no hubiera dejado mi país? Más dura, más pobre, pero también menos solitaria, menos rota; quizá feliz.

De lo que estoy segura es de que hubiera escrito lo que fuera en cualquier lengua.

Cinco años después de haber llegado a Suiza, hablo francés, pero no lo leo. Me he convertido en una analfabeta. Yo, la que sabía leer cuando tenía cuatro años.(...)

Sé que nunca escribiré el francés como lo escriben los escritores franceses de nacimiento, pero lo escribiré como pueda, lo mejor que pueda.

No he escogido esta lengua. Me ha sido impuesta por el destino, por la suerte, por las circunstancias.

Estoy obligada a escribir en francés. Es un desafío.
El desafío de una analfabeta."



Al leerlo, no podemos evitar pensar en cuántos hombres y mujeres, en cuántos chicos y chicas comparten hoy el desgarro de Agota Kristof de verse súbitamente convertidos en analfabetos. Pero haber nacido y crecido arrullado por las palabras de la lengua familiar, haber aprendido a leer en ella y a escribir cuanto uno sabe y siente no puede evaporarse de golpe tan sólo por cruzar una frontera.

Y sobreviene, incómoda, la pregunta: ¿qué hacemos al respecto en nuestros institutos? ¿Reconocemos y acogemos las lenguas de quienes conviven codo con codo con nosotros y aprendieron a hablar en otro idioma, o tendemos más bien a pensar que quien no conoce nuestra lengua tiene las manos vacías? Ojalá no hiciéramos sentirse analfabetos a quienes tanto ya saben.


Para dar a conocer un poco más a esta escritora, dejamos también un fragmento de El gran cuaderno, publicado recientemente junto con sus dos secuelas – La prueba y La tercera mentira- con el título de Claus y Lucas (El Aleph, 2007).

En esta novela son dos hermanos, Claus y Lucas, quienes, abandonados por la madre al cuidado de una abuela que no los quiere, van anotando en esa gran cuaderno la extraordinaria dureza de su vida cotidiana. Pero advirtámoslo: la desnuda sencillez de su prosa encierra algunas de las páginas más duras que jamás hayamos podido encontrar en la literatura. Sobrecoge y perturba pensar que a veces el dolor no encuentra más salida que la insensibilidad absoluta:
Ejercicio de endurecimiento del espíritu
La abuela nos dice:
-¡Hijos de perra!
La gente nos dice:
-¡Hijos de bruja! ¡Hijos de puta!
Otros nos dicen:
-¡Imbéciles! ¡Golfos! ¡Mocosos! ¡Burros! ¡Marranos! ¡Puercos! ¡Gamberros! ¡Sinvergüenzas! ¡Pequeños granujas! ¡Delincuentes! ¡Criminales!
Cuando oímos estas palabras se nos pone la cara roja, nos zumban los oídos, nos escuecen los ojos y nos tiemblan las rodillas.
No queremos ponernos rojos, ni temblar. Queremos acostumbrarnos a los insultos y a las palabras que hieren.
Nos instalamos en la mesa de la cocina, uno frente al otro, y mirándonos a los ojos, nos decimos palabras cada vez más y más atroces.
Uno:
-¡Cabrón! ¡Tontolculo!
El otro:
-¡Maricón! ¡Hijoputa!
Y continuamos así hasta que las palabras ya no nos entran en el cerebro, ni nos entran siquiera en las orejas.
De ese modo nos ejercitamos una media hora al día más o menos, después vamos a pasear por las calles.
Nos las arreglamos para que la gente nos insulte y constatamos que al fin hemos conseguido permanecer indiferentes.
Pero están también las palabras antiguas.
Nuestra madre nos decía:
-¡Queridos míos! ¡Mis amorcitos! ¡Mi vida! ¡Mis pequeñines adorados!
Cuando nos acordamos de esas palabras, los ojos se nos llenan de lágrimas.
Esas palabras las tenemos que olvidar, porque ahora ya nadie nos dice palabras semejantes, y porque el recuerdo que tenemos es una carga demasiado pesada para soportarla.
Entonces volvemos a empezar nuestro ejercicio de otra manera. Decimos:
-¡Querido míos! ¡Mis amorcitos! Yo os quiero… No os abandonaré nunca… Sólo os querré a vosotros… Siempre… Sois toda mi vida…
A fuerza de repetirlas, las palabras van perdiendo poco a poco su significado, y el dolor que llevan consigo se atenúa.


SOBRE AGOTA KRISTOF:
- Entrevista
- Obras

jueves, 18 de marzo de 2010

IICONCURSO DE RELATO HISTÓRICO Y DE VIAJES



El Certamen de Relato Histórico y de Viajes que presentamos pretende fomentar el interés por el pasado y por el medio ambiente a través de la recreación de momentos históricos y de espacios geográficos.

BASES

I.- Se establecen las siguientes categorías:

A. Alumnos matriculados en el Centro durante el presente curso en 1º y 2º de ESO.

B. Alumnos matriculados en el Centro durante el presente curso en 3º y 4º de ESO.

C. Alumnos matriculados en el Centro durante el presente curso en Bachillerato, en Nocturno y antiguos alumnos del Centro.

II.- En cada categoría, se crea un primer premio dotado con 60 €, y un segundo dotado con 30 €.

III.- Los relatos se entregarán al profesor de Geografía e Historia, Latín o Cultura Clásica del propio alumno hasta el lunes 12 de abril de 2010 inclusive. Los antiguos alumnos, lo depositarán en la Conserjería del Centro (horario: de 8:30 a 21:30)

IV.- El tema deberá ajustarse a una de las siguientes opciones:

• la recreación de acontecimientos históricos relacionados con la historia universal en cualquiera de sus épocas. Los personajes podrán ser reales y/o ficticios.

• La recreación de un viaje a través de un espacio geográfico real.

Es indispensable mantener la verosimilitud en la narración con respecto al período histórico o el espacio geográfico elegido. El jurado habrá de valorar la obra por su calidad literaria, pero considerando prioritaria su vertiente histórica o geográfica.

El relato deberá estar escrito en lengua española, y la extensión no superior a tres folios, en formato Word o similar, a doble espacio, tamaño de letra de 12 puntos y por una sola cara. Se presentará en papel.

V.- Los relatos estarán firmados con seudónimo. Ese seudónimo, junto con el nombre real, los apellidos y el grupo del participante se escribirán en un papel dentro de un sobre pequeño y cerrado. Este sobre y el relato se introducirán en otro sobre grande en el que se indicará: “Para el concurso de relato histórico y de viajes”, y la categoría A, B o C en la que se concursa.

VI.- Habrá tres jurados compuestos cada uno por dos profesores que fallarán respectivamente los premios de las tres categorías. La decisión del jurado se considerará inapelable.

VII.- El fallo del jurado se hará público en fechas próximas a la celebración del Día del Libro, el 23 de abril. La fecha exacta, la hora y el lugar se anunciarán con suficiente antelación.

VIII.- Los premios pueden quedar desiertos.

IX.- Los cuentos premiados podrán ser publicados por el Centro.

X.- El hecho de participar en este Concurso supone la aceptación de todas y cada una de las bases.

viernes, 12 de marzo de 2010

DELIBES. IN MEMÓRIAM




Ha muerto Miguel Delibes.
Esa noticia ha terminado de despertarnos esta mañana, y ha sido el comentario en el Instituto desde que hemos llegado: la pena no es sólo por la pérdida del escritor, del gran conocedor del castellano y de los castellanos, sino también porque se haya ido una persona de bien, sencilla y preocupada por el medio ambiente y por los problemas cotidianos de la gente común, de los perdedores.
Hemos evocado sus novelas.
El camino, que los alumnos de primero están leyendo, y,que les gusta, como a tantas otras generaciones. Una profesora recuerda que fue el primer libro "gordo" que leyó; otra lo leyó cuando se lo mandaron a su hija en el instituto; aquél la relaciona con la película, en que Alicia Hermida era una de esas Guindillas antipáticas.
Ya que hablamos de cine, recordamos, claro, Los santos inocentes. Y La guerra de papá, El disputado voto del señor Cayo, ..., tantas películas que nos han llevado del cine a la novela de Delibes, o de su novela al cine a lo largo de nuestra vida.

Hemos decidido, claro, que el Texto de la semana será en su memoria.
Y ahí viene el dilema:
¿De El hereje, para reflejar la intolerancia de la inquisición, ya que con ella ganó el Premio Nacional de Narrativa?
¿De Un mundo que agoniza, donde denunciaba el deterioro ambiental cuando aún no estaba "de moda"? Ya lo sacamos a la luz, cuando trabajamos sobre el deterioro del medio ambiente en relación con los Objetivos del Milenio, y también el que escribió al alimón con su hijo, La tierra herida, casi treinta años después, en 2006.
Alguien propone Cinco horas con Mario. Pero no; se ha quedado, afortunadamente, antigua. Nos gusta constatar eso justo en esta semana que hemos hablado tanto de los derechos de la mujer. ¡Y pensar lo que nos impresionó en su día esa obra, y su puesta en escena por Lola Herrera, dueña del escenario en aquel monólogo extenuante!
Hay quien recuerda El tesoro, por el debate entre jóvenes arqueólogos enfrentados a todo un pueblo que se aferra a su costumbre y se niega a que se investigue en su dominio.
¿Y Parábola de un náufrago? La profesora que la leyó, piensa que está en la línea de las lecturas de ciencia-ficción que proponemos a los alumnos de Bachillerato para criticar el posible futuro que se augura.

Barajamos muchos otros títulos, para volver finalmente al principio. A nuestros chicos les gusta El Camino.



"Pero a Daniel, el Mochuelo, le bullían muchas dudas en la cabeza a este respecto. Él creía saber cuanto puede saber un hombre. Leía de corrido, escribía para entenderse y conocía y sabía aplicar las cuatro reglas. Bien mirado, pocas cosas más cabían en un cerebro normalmente desarrollado. No obstante, en la ciudad, los estudios de Bachillerato constaban, según decían, de siete años y, después, los estudios superiores, en la Universidad, de otros tantos años, por lo menos. ¿Podría existir algo en el mundo cuyo conocimiento exigiera catorce años de esfuerzo, tres más de los que ahora contaba Daniel? Seguramente, en la ciudad se pierde mucho el tiempo -pensaba el Mochuelo- y, a fin de cuentas, habrá quien, al cabo de catorce años de estudio, no acierte a distinguir un rendajo de un jilguero o una boñiga de un cagajón. La vida era así de rara, absurda y caprichosa. El caso era trabajar y afanarse en las cosas inútiles o poco prácticas"
DELIBES, El camino. Destinolibro. Barcelona, 1997. Vigésimo quinta edición.

SOBRE DELIBES:
http://cvc.cervantes.es/ACTCULT/delibes/default.htm
http://canales.nortecastilla.es/delibes/biblio/biblio.htm

viernes, 5 de marzo de 2010

Rosario Castellanos en el Día de la mujer trabajadora


En el Día de la mujer trabajadora, traemos a nuestro blog a Rosario Castellanos, escritora mejicana nacida en Chiapas, porque en sus poemas, cuentos, obras de teatro, ensayos y novelas, reflexiona críticamente sobre el mundo femenino en que vive, sumiso siempre al poder del varón.
Murió en 1974 siendo embajadora en Israel. Saramago, al viajar a Chiapas tras la matanza de Acteal en 1998, escribe de ella: Sigue siendo una embajadora de Chiapas, porque en sus novelas supo contar las vicisitudes de los indios y las tropelías de los blancos.

Hemos seleccionado como Texto de la semana este poema suyo:

MEDITACIÓN EN EL UMBRAL
No, no es la solución
tirarse bajo un tren como la Ana de Tolstoi
ni apurar el arsénico de Madame Bovary
ni aguardar en los páramos de Ávila la visita
del ángel con venablo
antes de liarse el manto a la cabeza
y comenzar a actuar.

Ni concluir las leyes geométricas, contando
las vigas de la celda de castigo
como lo hizo Sor Juana. No es la solución
escribir, mientras llegan las visitas,
en la sala de estar de la familia Austen
ni encerrarse en el ático
de alguna residencia de la Nueva Inglaterra
y soñar, con la Biblia de los Dickinson,
debajo de una almohada de soltera.

Debe haber otro modo que no se llame Safo
ni Mesalina ni María Egipciaca
ni Magdalena ni Clemencia Isaura.

Otro modo de ser humano y libre.

Otro modo de ser.


En "Entrevista de prensa" (Poesía no eres tú), Rosario Castellanos transmite cómo ella encuentra ese modo de ser humana y libre a través de la escritura:
"Escribo porque yo, un día, adolescente,
me incliné ante un espejo y no había nadie.
¿Se da cuenta? El vacío. Y junto a mí los otros
chorreaban importancia"


Igualmente, en el capítulo de "Mujer que sabe latín" (Fondo de cultura económica. Mexico, 2003) que dedica a Betty Friedan, Rosario Castellanos coincide con esta feminista norteamericana en la crítica al papel que la sociedad reserva tradicionalmente a la mujer:
“Veinticinco millones de mujeres cuya historia podría reducirse a una sola palabra: frustración. De quienes alcanzaron el privilegio de reunir todos los atributos que se les exigieron para ser declaradas el arquetipo de la feminidad, lo que equivale a sinónimo de felicidad.
La conclusión salta a la vista: esos atributos son insuficientes o son inoperantes. ¿No serán también falsos? Examinémoslos: por lo pronto derivan de una concepción según la cual la mujer es una criatura cuyas urgencias y cuyas aptitudes se agotan en el ejercicio de la sexualidad legítima, en la reproducción - legítima también- de la especie y en el cuidado de la casa. Lo demás no le concierne. Ni la participación en la 'res publica'. Ni la lucha por la igualdad de derechos. Ni el desempeño de un trabajo que no sea doméstico. Ni el cumplimiento de una vocación."


¡Ójala que algún día podamos decir que toda mujer tiene libertad de derechos y es dueña de seguir su vocación!

MÁS SOBRE ROSARIO CASTELLANOS:
- Poemas de Rosario Castellanos, en su propia voz
- EL ETERNO FEMENINO EN LA OBRA DE ROSARIO CASTELLANOS
- Mujeres, Dido, un válium y el informe Kinsey: La evolución del feminismo en la poesía de Rosario Castellanos Kimberly Louie

La biblioteca de Valdemaqueda


“Fue un hada quien me condujo con firmeza hasta la que sería 'mi' biblioteca, y también quien hasta hoy me ha bañado con su polvo mágico, y quien hasta ahora me ha ido susurrando el camino que tenía que seguir.
Sospecho que es la misma hada que encontré cuando era pequeña y que continúo encontrando ahora en algunos cuentos, la misma que intento que me acompañe …”

ESCARDÓ I BAS, Mercè, La biblioteca, un espacio de convivencia. Anaya. La sombra de la palabra. Madrid, 2003.

¿Será esta misma hada la que acompaña a Mercedes?
Ella vive en Valdemaqueda, un pueblo de la Sierra Oeste de la Comunidad de Madrid, cuya población no llega a los mil habitantes. Con ese número, no hay niños suficientes para que dispongan de un colegio como en otras poblaciones, así que tienen un C.R.A., un colegio rural, agrupado con los de otros cinco municipios. Estos centros son muy pequeños y no disponen de algunas infraestructuras. Por ejemplo, no tienen biblioteca. Tampoco la hay en el pueblo.
Mercedes, con otras madres, se empeñó en otoño en conseguir una biblioteca para los alumnos del colegio. Quieren que sus hijos tengan un lugar al que acudir en busca de libros, de historias, de palabras e ilustraciones, y donde encuentren a otros niños con los que compartirlo.
Han logrado que el Ayuntamiento ceda la llamada Sala de lectura, que estaba sin uso. Mientras, Mercedes removió Roma con Santiago para pedir ayudas a media humanidad: desde el Departamento de Biblioteconomía de la Universidad a las bibliotecas municipales, editoriales, fundaciones, amigos, compañeros de trabajo, … Llamó a todas las puertas, y muchas se le abrieron: en cuatro meses, ha conseguido novecientos libros.
En su tiempo libre los han registrado en una base de datos y los han organizado por edades. Se han elaborado unas fichas de préstamo, y ya están pensando en la inauguración.
Los que andamos en bibliotecas sabemos el tiempo que habrán echado esas madres para todo ese trabajo. Ahora sólo les haría falta que alguien, el Ayuntamiento o la Comunidad, contratara una persona para que abriera la Sala de lectura un par de horas cada tarde.
El hada de Mercedes hará que ese sueño también se cumpla.