domingo, 5 de febrero de 2012

SIRIA. QUE ACABE EL HORROR. Texto de la Semana


Desde el martes, el Grupo Escolar de Amnistía Internacional del Instituto ha estado pidiendo firmas en el recreo para el embajador de Siria con este texto:
"Sr. Hussam Edin Aala,Embajador de Siria en España:
En un feroz intento de silenciar y someter mediante el terror a la población siria, las fuerzas armadas y los servicios de inteligencia son responsables de centenares de homicidios sistemáticos que constituyen crímenes de lesa humanidad. Al finalizar 2011 se había informado de más de 200 muertes bajo custodia.
Miles de personas han sido detenidas y muchas han sido recluidas en régimen de incomunicación en lugares desconocidos, donde son objeto de torturas y otros malos tratos.
El derecho a protestar pacíficamente debe estar garantizado para la sociedad siria. Por este motivo, le pido que traslade a las autoridades de su país mi más enérgico rechazo de la represión llevada a cabo, así como la urgente necesidad de tomar las medidas necesarias para que cesen los homicidios por parte de la fuerzas de seguridad, que se ponga en libertad a todas aquellas personas que estén detenidas por el simple hecho de expresar pacíficamente su opinión y que ninguna de las personas detenidas sean víctimas de tortura o malos tratos. Por último, se deben abrir inmediatamente investigaciones independientes, completas e imparciales sobre las violaciones graves y generalizadas de los derechos humanos en Siria."

Todos los firmantes nos habremos estremecido al leer con horror la noticia de que el viernes han muerto más de 300 personas en Homs (ciudad al oeste de Siria) por causa de un bombardeo, último episodio de la revuelta que comenzó como una más de la llamada primavera árabe de 2011.
Desde nuetro blog, nos sumamos a la demanda de paz con poemas de Nizar Qabbani y de Adonis, con el deseo de que la sensibilidad que apreciamos en estos poetas, precisamente sirios, lleve a acabar con esta etapa de destrucción.

LECCIÓN DE DIBUJO (de Nizar Qabbani. Poesía clásica. Oriente con emoción. Ed.Céfiro, Zaragoza, 1993)
Mi hijo coloca frente a mí su caja de pintura
y me pide que le dibuje un pájaro.
Sumerjo el pincel en color gris
y dibujo un cuadrado con cerraduras y barrotes.
El asombro llena sus ojos:
"...Pero ésta es una prisión, padre,
¿no sabes cómo dibujar un pájaro?"
Y yo le digo: "Hijo, perdóname.
He olvidado la forma de los pájaros".

Mi hijo coloca frente a mí su cuaderno de dibujo
y me pide que le dibuje una espiga de trigo.
Sostengo la pluma
y dibujo una pistola.
Mi hijo se burla de mi ignorancia
y exclama:
"¿Acaso no conoces, padre, la diferencia entre
una espiga de trigo y una pistola?"
Yo le digo: "Hijo,
solía conocer las formas de las espigas de trigo,
la forma de la hogaza,
la forma de la rosa,
pero en estos duros tiempos
los árboles del bosque se han unido
a la milicia
y la rosa padece obtusas fatigas
en este tiempo de espigas armadas,
de pájaros armados,
de cultura armada
y religión armada,
no puedes comprar una hogaza de pan
sin encontrar una pistola dentro,
no puedes coger una rosa en el campo
sin que te clave sus espinas en el rostro,
no puedes comprar un libro
que no explote en tus manos".

Mi hijo se sienta al borde de mi cama
y me pide que le recite un poema,
una lágrima cae de mis ojos a la almohada.
Mi hijo la prueba, asombrado, diciendo:
"¡Pero ésta es una lágrima, padre, no un poema!"
Y yo le digo:
"Cuando crezcas, hijo mío,
y leas el diván de poesía árabe,
descubrirás que la palabra y la lágrima son hermanas
y el poema árabe
no es más que una lágrima llorada por los dedos que escriben".

Mi hijo pone sus plumas, su caja de crayones frente a mí
y me pide que le dibuje una patria.
El pincel tiembla en mi mano
y me sumo en llanto.



DESIERTOS (de ADONIS, Ali Ahmad Said. Fragmento de El asedio de Beirut, 1985. Traducción del árabe por María Luisa Prieto

Las ciudades se deshacen
y la tierra es una locomotora de polvo.
Sólo el poeta sabe casar este espacio.

No hay camino hacia mi casa: estado de asedio,
las calles son cementerios.
Desde lejos, sobre su casa,
una luna ensimismada se cuelga
en los hilos del polvo.

Dije: "Este es el camino a mi casa". Respondió: "No,
no pasarás", y me apuntó con el fusil...
Está bien. Tengo en todos los barrios
amigos, y todas las casas del mundo.



- Otros poemas de Qabbani en El Libro del Amor. Ed. Hiperión. Bilingüe. Traducción del árabe por María Luisa Prieto
- MÁS SOBRE NIZAR QABBANI: Nizar Qabbani,el amor de Siria, por Dina Bellrham
- MÁS SOBRE ADONIS: De la Antología Canciones de Mihyar el de Damasco. Traducción del árabe por Pedro Martínez Montávez con la colaboración de Rosa Martínez Lillo
- Poesía árabe. Editora María Luisa Prieto. Enlaces a música, películas y noticias del mundo árabe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario