Aquí está.
Hay señales otra vez: por debajo de las puertas de muchas de las aulas se escapa olor a pegamento, sonido de voces a coro, aplausos y cuchicheos. La conserjería es visitada a cada minuto por chicos y chicas que piden tijeras, cartulinas, papel continuo. Los alumnos de Nocurno se topan por la escalera con pequeños arrastrando grandes cartones. Las profesoras de música reciben demandas especiales: melodías que convengan a tal o cual idea: la música se hace imprescindible para redondear la representación que se prepara. Y los tutores andan locos tratando de concertar a su grupo para sacar adelante la idea para el desfile del miércoles: en una terrible pesadilla los profesores, posesionados del espíritu Fahrenhheit, han decidido hacer una gran hoguera en la que acabar con todos los libros, y cada clase tiene la responsabilidad de elegir un libro para salvarlo de las llamas y defenderlo, en tan solo 3 minutos, ante el Gran Jurado Quemalibros.
Por su parte, los Alumnos Involucrados andan también muy atareados con la clasificación de los libros que se aportan al Mercadillo que montarán el propio miércoles en el recreo.
En la Sala de Profesores, se ven corrillos de cuchicheos: los profesores de todos los Departamentos están tramando las pruebas de la gran gymkana de los Sueños y Pesadillas en la que todos los alumnos del Centro, divididos en grupos de siete y comandados por su capitán, se enfrentarán a terroríficas, ingeniosas y divertidas pruebas culturales y de habilidad diseminadas por todo el recinto.
Uno de esos corrillos está deliberando ante los cuentos presentados para el Premio de Relato Histórico y Viajes: la calidad aumenta de año en año en torno a historias prehistóricas, valor espartano, emperadores romanos, persecuciones cristianas, amores visigóticos, navegaciones en busca del Nuevo Mundo, herejías albigenses, rebeliones patrias y contiendas mundiales. El martes se desvelarán los ganadores durante el recreo.
Y en el corcho, la plantilla de Bea, cada vez más hermosa de tamaño y color, para animar a quien quiera convertirse en Amig@ invisible de intercambio de libros tras la comida de deliciosas viandas que cerrará el Día.
A la cabeza de todo este cosmocaos, el Departamento de Lengua y el profesorado del Seminario del Plan Lector. Una profesora se emociona: en busca de un texto de la semana in memoriam de García Márquez, y habiendo pensado en el inicio de Crónica de una muerte anunciada, se topa con un cúmulo de sueños que no recordaba. ¿Será una premonición?
Gabriel García Márquez
(Aracataca, Colombia 1928 - México DF, 2014)
Crónica de una muerte anunciada(1981)
[I]
(Aracataca, Colombia 1928 - México DF, 2014)
Crónica de una muerte anunciada(1981)
[I]
El día que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo. Había soñado que atravesaba un bosque de higuerones donde caía una llovizna tierna, y por un instante fue feliz en el sueño, pero al despertar se sintió por completo salpicado de cagada de pájaros. «Siempre soñaba con árboles», me dijo Plácida Linero, su madre, evocando 27 años después los pormenores de aquel lunes ingrato. «La semana anterior había soñado que iba solo en un avión de papel de estaño que volaba sin tropezar por entre los almendros», me dijo. Tenía una reputación muy bien ganada de intérprete certera de los sueños ajenos, siempre que se los contaran en ayunas, pero no había advertido ningún augurio aciago en esos dos sueños de su hijo, ni en los otros sueños con árboles que él le había contado en las mañanas que precedieron a su muerte.
Y SI QUIERES, AQUÍ PUEDES LEER LA ANTOLOGÍA DE TEXTOS QUE TRATAN DE SUEÑOS Y PESADILLAS QUE HA PREPARADO BEGOÑA, JEFA DEL DEPARTAMENTO DE LENGUA, CON SUGERENCIAS DE UNOS Y OTROS.
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