Lo he hecho, y me ha sorprendido gratísimamente la propuesta:
La filosofía de estas "Personas libro" está inspirada en la obra de Bradbury, Fahrenheit 451, y engloba a personas comprometidas en el siguiente empeño: "defender los libros y promover la lectura. Cada una de nosotras llevamos un fragmento de libro, de poema, en nuestra mente y en nuestro corazón, lo compartimos narrándolo con sencillez, mirando a los ojos de quien nos escucha."
Me pareció una idea magnífica: si cada uno nos responsabilizáramos de retener una obra, como si la adoptáramos, ninguna mente manipuladora, ningún poder oculto de ningún tipo podría acabar con cierta literatura, con cierto pensamiento.
Encontré vídeos de muchas de esas personas recitando fragmentos de gran belleza, que llegan muy dentro, porque los recitan con toda su alma.
Entre ellos, me llamó poderosamente la atención un texto de Bohumil Hrabal (Brno, Moravia, 1914 - Praga, 1997), digno de ser nuestro primer texto de la semana de este curso:
“... sé
bien que los tiempos en los que el pensamiento estaba inscrito en la memoria
humana tenían que ser mucho más hermosos; si en aquel tiempo alguien hubiese
querido prensar libros, tendría que haber prensado cabezas humanas, pero
tampoco eso habría servido para nada, porque los verdaderos pensamientos
provienen del exterior, van junto al hombre como su fiambrera de fideos y por
eso todos los inquisidores del mundo queman los libros en vano, porque cuando
un libro comunica algo válido, su ritmo silencioso persiste incluso mientras lo
devoran las llamas, y es que un verdadero libro siempre indica algún camino
nuevo que conduce más allá de sí mismo...”
¡Ójala en este tiempo en que las llamas siguen devorando tanto, los libros nos indiquen ese nuevo camino del que nos gustaría ya vislumbrar el comienzo!
¡Ójala en este tiempo en que las llamas siguen devorando tanto, los libros nos indiquen ese nuevo camino del que nos gustaría ya vislumbrar el comienzo!
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