DISCURSO DE GRADUACIÓN
Por David Obach Elwes, alumno de 2º de Bachillerato en representación de la
promoción de 2013 del IES Juan de Herrera.
"Llega un día en el que
acabas sexto de Primaria. Lo que sientes entonces es algo curioso, porque
tienes la sensación de que, en vez de que una etapa de tu vida se ha acabado,
ellos han decidido que se tiene que acabar.
De repente pasas a ser un
alumno del Instituto. Nadie te pregunta y tampoco tienes mucha opción. Todo
pasa muy rápido.
En aquellos años solíamos
ver a unas personas muy grandes y muy serias por los pasillos, que nos daban
miedo. Cuando nos hablaban de ellos nos decían que eran de 2º de Bachillerato,
que estaban muy estresados y que tenían muchos exámenes.
Lo que fuimos viendo con el
tiempo es que, además de que te llenan de estrés, en segundo de bachillerato
tampoco te preguntan cuándo quieres acabar una etapa de tu vida. Simplemente te
llenan tanto de exámenes que no tienes tiempo para pensar. Cuando por fin lo
tuvimos, reflexionamos sobre todos estos años, sobre el final de todo, sobre
este instituto y sobre el futuro. Fue entonces cuando empezamos a escribir este
texto.
Lo primero que hicimos fue
hablar de cómo ahora íbamos a ser totalmente independientes. Nadie nos va a
ayudar y vamos a estar completamente solos. En el Instituto, en cuanto alguien
aparecía con un nuevo proyecto o iniciativa, nunca le faltaba gente que le
apoyara y confiara en su proyecto. La profesora de la biblioteca nos dijo una
vez que, cuanto más recortaban, más gente había ayudando y echando una mano
para que la biblioteca saliera adelante. Era la dinámica de una piña y la actitud de que uno nunca iba a luchar solo.
Al final, lo que hacía que
iniciativas como los alumnos mediadores, el Día del Libro o el Grupo de Amnistía Internacional funcionaran, no era la persona que lo proponía, sino el
resto de la gente que le daba empuje.
Puede que con toda esa ayuda
que nos han brindado, ahora el mundo real nos asuste, pero seremos capaces de
salir y hacerle frente.
Nos han llamado generación
sin futuro, generación perdida y ninis, pero vosotros nos habéis demostrado que
eso mismo nos puede hacer más fuertes. Nos referimos a que nos habéis enseñado
a luchar, no por una nota más alta o una media mayor, sino por un mundo mejor;
a luchar por unos derechos humanos, por una educación pública y un futuro
digno.
Educarnos no para pasar
Selectividad y lograr un empleo, sino para elegir el mundo en que queremos
vivir… y pelear por ello. Y el ministro Wert podrá llamar a eso adoctrinar,
pero en nuestra opinión, esa es la verdadera educación.
La nuestra será una
generación perdida o una generación sin futuro, pero, ante todo, es la nuestra,
y debemos reivindicar nuestro derecho a defenderla con la misma importancia con
la que en tiempos duros debemos defender la esperanza y la alegría.
Porque nos negamos a que,
cuando nuestros hijos nos pregunten cómo fue esta graduación, les tengamos que
decir que pertenecíamos a una generación que daba por hecho que le iba a ir mal
y tenía el pesimismo por bandera.
Eso de que cualquier tiempo pasado fue mejor,
es falso. Nunca en la historia tuvimos tantas posibilidades como ahora. Y
decimos esto porque estamos hartos de oír por todas partes que no tenemos
ninguna opción. Somos una generación cojonuda, a la que espera un futuro
cojonudo porque está formada por gente cojonuda, y que hará cosas, sí, hará
cosas que dejarán a todos los pesimistas sin palabras."VÍDEO PROYECTADO EN LA GRADUACIÓN. En Colomabea, claro.: "Esto no es Granada, es Segundo de Bachillerato".
Anoche tuve el priviliegio de presenciar la exposición del texto de David (y otras hermosas creaciones) en el acto de graduación y me dejó la optimista impresión de que el último párrafo realmente se cumplirá. Sois de verdad unos jóvenes cojonudos! Adelante; que el futuro es vuestro! (y una buena parte del presente, también...)
ResponderEliminar¿No hay video de Tuti cantando "Una furtiva lagrima"? ¡Qué lastima!
ResponderEliminarHola, Anónimo.
ResponderEliminarNo sé si hay vídeo de ese momento que nos dejó a todos boquiabiertos. Y no eres la primera persona que querría verlo.
Pero no vamos a preocuparnos: espero que lo veamos muchas veces más, porque esa voz se hará oir. Seguro.
Un abrazo, Jesús