martes, 7 de diciembre de 2010

José Alberto Gutiérrez. Libros en la basura


Me escribe mi hermano Luis para llamarme la atención sobre un artículo de Elvira Lindo del pasado domingo 5 de diciembre. En medio del caos derivado de la criptohuelga de controladores que atesta de noticias todos los medios de comunicación y nuestras vidas en este puente, se ha encontrado con la conmovedora figura de un hombre que, entre la basura que transporta, busca tesoros. No joyas recogidas por la aspiradora, ni objetos primorosos; algo de más valor.

Libros en la basura:
El otro día, en la Feria del Libro de Guadalajara (México), tuve la fortuna de compartir mesa redonda con un hombre excepcional: José Alberto Gutiérrez, conductor de un camión de la basura en la ciudad de Bogotá. Los congregados a la mesa estábamos allí para compartir ideas sobre cómo contagiar el gusto por la lectura. Todos estábamos relacionados de una u otra manera con el oficio. Le llegó el turno a José Alberto y nos dejó mudos. Con palabras sencillas contó lo siguiente: un día, mientras hacía su recorrido habitual, vio que en el suelo alguien había dejado un ejemplar viejo de una novela de Tolstói. Se lo llevó a casa. Su señora, modista, se encargó de restaurarlo amorosamente, como quien zurce una prenda delicada. De pronto, a José Alberto se le pasó por la cabeza una idea disparatada que no dudó en poner en práctica: recogería todos los libros que encontrara a su paso. Sus colegas barrenderos le sirvieron de cómplices. Le gritaban, "¡José, libros!", y se los colocaban en el asiento de al lado. De esta manera, el camionero José ha recogido más de doce millones de volúmenes, volúmenes que han pasado por las manos primorosas de su señora para ser ordenados en la biblioteca en perfecto estado. En un primer momento, colocaron los libros en la planta de abajo de su casa. Allí empezaron a acudir mujeres y niños de ese barrio pobre en el que vive José. Más tarde, cuando ya los libros no cabían, el camionero consiguió tres locales más. A estas alturas tiene montadas tres bibliotecas. Nos enseñó fotos en las que se veía a las criaturas sentadas en sillas chicas escuchando un cuento. José nunca olvidó los cuentos que le leía su madre por la noche. Para él, contó, poner libros en las manos de niños es un trabajo preventivo contra un destino que parece estar ya escrito en la vida de los pobres. "Es la primera vez que tomo un vuelo", dijo, "la primera vez que cuento ante un público lo que hago y me siento muy agradecido". Entonces, arreció un aplauso que duró un buen rato. Los maestros y educadores que acudían a la charla se pusieron de pie. A algunos se les saltaban las lágrimas. Muchos trabajan en zonas dejadas de la mano de Dios. Todos nos sentimos conmovidos por este rescatador de libros, de posteridades. De Tolstói a ese Twain que tantas veces habrá acabado en la basura. Todos esos cuentos que se tiran cuando los niños crecen, porque ocupan espacio o llegan otras modas. Modas que creemos no seguir. Porque, ¿quién acepta su lado borrego?

Se nos saltan las lágrimas como a todos aquéllos que pudieron oírle contar su logro rodeado de grandes personalidades de la cultura: poner libros en las manos de niños, trabajo preventivo contra un destino que parece estar ya escrito en la vida de los pobres.

Vemos a este Midas en la web de Radio Cable, al volante de su camión, y echando pie a tierra en cuanto olfatea una bolsa con libros en el montón de la basura. La abre, coge los libros y los lleva a una de sus bibliotecas, que ha bautizado con este precioso nombre: 'La Fuerza de las Palabras'. Un trabajo de diez años que persigue su meta, utópica, dirán algunos, conmovedora nos parece a nosotros: “lo único que me interesa es que la ignorancia se acabe en este planeta. Y el día en que se acabe la ignorancia, seguramente va a haber paz en el mundo”.

José Alberto ha conseguido, con la ayuda de sus compañeros basureros, de su mujer modista, lo que en nuestras bibliotecas pretendemos: compensar las desigualdades de partida que observamos en tantos chicos, a quienes jamás han contado un cuento, que han llevado una vida durísima en contextos ajenos a la lectura.


La historia de José Alberto nos lleva a la de ese otro hombre ejemplar, colombiano también, cuya historia se movió por internet hace unas semanas. Se trata del profesor Luis Soriano Bohórquez, que desde hace diez años recorre veredas, pueblos, caminos y carreteras del norte del país con su "Biblioburro". Se le ocurrió utilizar a sus burros "Alfa" y "Beto" para llevar sus libros a todos los niños que carecen de ellos. El proyecto, pequeñito al principio, se ha hecho grande. Llega a los pueblos, y todos salen a la calle al grito de "¡Llegó el Biblioburro!". Con las manos limpias se congregan bajo un árbol y entre todos organizan el tenderete hasta que, ansiosos, tienen el libro en la mano o esperan a que el profesor empiece a leer.

Dice Michèle Petit, en "El arte de la lectura en tiempos de crisis" (Ed. Océano, 2008), que de Colombia, los medios de comunicación sólo muestran la guerra, los secuestros, los narcotrafincantes, la delincuencia. Para contrarrestar esa peyorativa imagen, ella presenta las experiencias de muchas personas, "a los mediadores culturales de Colombia y de otros países del Sur que no escatiman esfuerzos porque están convencidos de que los recursos culturales, del lenguaje, narrativos y poéticos son tan vitales como el agua."

El Biblioburro, La Fuerza de las Palabras, los Parques Biblioteca de Medellín que erradican la miseria, que contrarestan la violencia; los barcos que llevan libros ilustrados a las islas del sur de Chile o remontan el Paraná o la Amazonía, el proyecto As viagens da leitura de Vaga Lume, todos se mueven en la misma dirección esperanzada y esperanzadora, convencidos de que los libros pueden mover el mundo a mejor.

10 comentarios:

  1. ¡Menos mal que existe esta gente!
    El camionero ya me emocionó el otro día, cuando leí el artículo de Elvira Lindo. Y ahora, quiero ser la Presidenta del Club de fans de Luis Soriano. Me tiene encandilada.
    ¡¡¡Y esos Alfa y Beto!!!

    Hay que escribirles para decírselo. Decirles lo que pueden significar también en otras partes del mundo. Vamos, a mí me requeterreconcilian con la Humanidad, que me tiene contenta últimamente (estoy leyendo a Maalouf, "El desajuste del mundo": pesimismo total, como consecuencia de su análisis del planeta de lo más clarividente)

    Fuencisla desde Santander

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  2. Hoy es un día feliz: escribimos a Luis Soriano, el inventor de Biblioburro, para mostrarle nuestra admiración por su idea y su abnegación en pro de la lectura, y ¡ha contestado casi a vuelta de correo!
    Estas son sus palabras, cargadas de sencillez y que nos impresionan hondamente:
    Hola, Carmen. Con total admiración y aprecio leo sus palabras, qué bonita la nota en el blog de su biblioteca. Soy un campesino más que con mucho esfuerzo ha logrado ser docente de español y literatura. Estoy convencido que las grandes luchas sociales se pueden combatir con la educación, darle un libro a un niño es ilustrarlo, mostrarle el mundo en un papel, hacerlo soñar, conocer sus derechos, es hacerlos buenos hombres aun siendo niños.
    En un país como el nuestro que esta viviendo un conflicto armado y civil hay cosas buenas por rescatar, siempre las hay y la esperanza de buenos y mejores tiempos para nuestros niños y jovenes es el mejor aliciente para seguir trabajando, mi aporte es justamente el que mencionas mi grano de arena por construir una mejor sociedad al menos más equitatiiva.

    Me impresiona la labor de Jose, un compatriota.
    Vivo en un pequeño pueblo en la coste norte de Colombia y mensajes como el tuyo estimulan esta tarea que hoy junto con un grupo de jóvenes universitarios y con poco dinero la hemos convertido en una fundación llamada de igual forma que esta labor, convencido que no solo el dinero transforma, sino el trabajo y la constancia de nuestras acciones!!!

    Mil bendiciones y felicidades también por tu lindo trabajo, Dios te siga bendiciendo..
    Luis Humberto Soriano Bohórquez
    Presidente Fundación Biblioburro (Funblibur)

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  3. Buenos días,

    estoy haciendo una parte de mi tesis doctoral sobre iniciativas similares al biblioburro, etc. ¿Podrían facilitarme los datos de contacto para enviarle unas preguntas a Luis Soriano y a José Alberto Gutiérrez para incluir en tesis?

    Gracias.

    Pueden escribirme a 100059311[arroba]alumnos.uc3m.es

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  4. Buenas noches:
    Hola, alumno 100059311 de la Carlos III:
    Encontré la dirección del profesor Luis Humberto Soriano Bohórquez en internet: eldoctosoriano@hotmail.com
    Ya viste su amabílísima respuesta a mi correo, así que supongo que le gustará ayudarte.
    Suerte con ello y, claro, con tu tesis.

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  5. Soy Graciela Lopez de Buenos Aires Argentina, maestra y bibliotecaria escolar. En la sección cultura del diario Clarín del 20 de enero 2011,leí esta emocionante historia: "El hombre que levantó cinco bibliotecas desde la basura". Tenía conocimiento de los Biblioburros, otra de las iniciativas hermosas de Colombia y ahora leo un apasionante artículo. Lo compartiré con colegas, alumnos y padres de las escuelas donde trabajo, como también haré una entrada en el blog de la misma.
    Mi admiración y respeto por la labor de José Alberto Gutierrez y Luis Humberto Gutierrez Soriano
    Graciela Cristina López bibliograciela@gmail.com
    Blog de una de mis escuelas del barrio de La Boca Buenos Aires
    biblio19de04.blogspot.com

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  6. Hola, Graciela:
    Me emociona que, desde la otra parte del mundo, conozcan el artículo de Elvira Lindo y nuestra admiración por la labor extraordinaria de estos dos grandes colombianos gracias al blog de nuestro Instituto, y que vayan Vds. a difundirlo.
    Un abrazo desde España:
    Carmen Cuesta

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  7. Siempre es reconfortante tener oportunidad de recibir estas noticias, en donde personas con pocos recursos o ninguno deciden compartir sus sueños con su comunidad y para ello no escatiman esfuerzos (personales ni materiales) para llevarlos a cabo, y no por un día sino por ya varios años. Me sumo a las felicitaciones a José Alberto Gutiérrez y Luis Humberto Gutiérrez Soriano.

    la pregunta es: ¿por qué los ciudadanos no asumimos (en general) el compromiso de crear la calidad de vida a la que tenemos derecho?, ¿hasta cuándo los gobiernos de estos países sumidos en tantas violencias entenderán que su responsabilidad es invertir en políticas culturales? Sé que son preguntas sin respuesta, pero a una la rondan siempre.

    Abrazos solidarios del Colectivo de promoción de Lectura Infanto Juvenil "Palabras de Arena" en Ciudad Juárez" México.
    http://www.palabrasdearena.org

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  8. Esa palabra jamas la olvidaré... los libros son patrimonio de la humanidad

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  9. Buenos Tardes:

    Actualmente estoy desarrollando una investigacion sobre lideres colombianos y la historia del señor José Gutierrez me interesa, podría facilitarme el correo electronico?, tengo muchas ganas de entrevistarlo.
    Gracias.

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  10. Buenas tardes, Anónimo:
    Puede encontrar el modo de comunicarse por teléfono, correo electrónico, Facebook y varios medios más en la web de José Gutiérrez: http://www.lafuerzadelaspalabras.com/
    Me parece muy interesante que quiera entrevistarlo en un estudio sobre líderes. Si el mundo estuviera dirigido por personas así, me apuntaría a su liderazgo sin pensarlo.
    Suerte con la investigación

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